29 de junio de 2009

• Petición Urgente

A todos nuestros amables lectores les pido que dispongan de un momento para enviarle una carta a la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la licenciada Marcia Maritza Bullen Navarro, hoy mismo, porque el plazo se cierra mañana, para que proceda el recurso de inconstitucionalidad que puede y debe presentar la distinguida abogada para que echar abajo la llamada “Ley Bailleres” que vulnera severamente los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, ya que penaliza el aborto y las obliga a quienes tienen la extrema necesidad de recurrir a él, a acudir a servicios médicos clandestinos que frecuentemente ponen en riesgo su vida.
Las candidatas y candidatos del Partido Social Demócrata, a mis amigos Sinar Suárez, Rosario Sarmiento, Martha Rodríguez, los exhorto a que hoy mismo junten firmas y se las envíen a la Licenciada Maritza; a mis amigos de la Coalición “Salvemos a México”, a la maestra María Eugenia Ochoa, a que haga lo propio; a la distinguida universitaria Cristina Aguirre Beltrán, siempre atenta a los acontecimientos cruciales de la vida política y social, a que proceda de igual modo.
No necesito pedirlo a la diputada del PRI, Rocío García Olmedo, porque estoy seguro que ya lo ha de haber hecho, lo mismo a la diputada presidenta de la actual mesa directiva del Congreso, Barbara Ganime, que lo considere con toda seriedad; lo mismo a la presidenta de la Fundación Colosio, a la muy estimada Lucero Saldaña; a la presidenta del Instituto de la Mujer, la maestra América Soto; a la historiadora Pilar Paleta; a la periodista y Comisionada de Acceso a la Información, Blanca Lilia Ibarra; a la investigadora Gloria Tirado; a la doctora Ana María Huerta Jaramillo; a la periodista Mireya Ramírez; a las hijas del Direcor del Diario Transición, la maestra en lingüística, Sheng li Chilián, a la maestra en biología, Olivia Lingdao Chilián, a la Lic. Areli Cardeña Bautista y a todas las talentosas mujeres que abundan en nuestra localidad, cuyos nombres, por ahora, escapan a mi frágil memoria, les pido, les ruego, que defiendan su derecho a decidir, y le envíen esa carta que sugiere la Red en Defensa de los Derechos Humanos, que se inserta en nota aparte. Si quieren agréguenle lo que consideren pertinente, pero pídanselo con todo respeto a la abogada Maritza. Si no lo hace, entonces querrá decir que no es independiente y podemos atrevernos a señalarla como un simple instrumento de la voluntad del gobierno marinista, en cuyo caso, lo lamentaríamos.