Son dos las capacidades fundamentales de la naturaleza humana: la de discernir y la de trascender, las cuales sólo se pueden expresar cuando se cuenta con la libertad y se preserva la dignidad inherente a la condición humana.
Ninguna otra causa es en este momento tan importante para la sociedad poblana, que la de obtener la libertad de los campesinos de Azumiatla, injustamente detenidos por la soberbia y estulticia del gobierno de Mario Marín Torres.
Todos los demás asuntos de la agenda social y política son secundarios comparados con esta afrenta.
Es penoso y lamentable que hasta el momento ningún candidato se haya pronunciado al respecto. Envueltos en la dinámica de la mercadotecnia, ocupados en la búsqueda del voto permanecen indiferentes al dolor y al sufrimiento que afecta a las familias de los detenidos, a ellos mismos y a toda una comunidad que ha sido tradicionalmente olvidada por todos los gobiernos.
Esta situación no puede prolongarse más. Continuaremos en la lucha, junto con los maestros, los trabajadores del campo y la ciudad, y con todos los ciudadanos que se solidaricen con esta causa.
